Paquita la mentirosa (Fábula).
Había una vez una niña rubia a la que le gustaba mentir. Era muy muy guapa, tan guapa que cuando nació sus padres quisieron llamarla Dorita con todo el amor del mundo, por el rubio dorado de sus cabellos, pero por un capricho del destino, por un error del párroco de la iglesia en la que fue bautizada y del abogado del Registro en el que fue inscrita del que nadie se dio cuenta y que nadie pudo ni quiso arreglar, la llamaron Paquita desde entonces, dando inicio a una singular maldición, pues Paquita era también el nombre de un temido y travieso duende burlón que se dedicaba a hacer sus fechorías nublando la mente de los humanos a quienes poseía con mentiras. Desde muy pequeña fue muy buena, y todos, sus padres, sus abuelos, sus tíos y tías se deshacian estrechándola entre sus brazos y colmándola de besos.